domingo, 2 de marzo de 2014

Falacias del comunismo y el fascismo


A continuación, se exponen diferentes tipos de argumentos de carácter falaz enunciados por figuras importantes que defendieron movimientos políticos que proponían sistemas de gobierno dictatoriales, como son el fascismo y el comunismo:

"Lo que no se sabe expresar es que no se sabe".  Friedrich Engels

  • Este argumento de Engels es una falacia "ad ignorantiam", ya que trata de desacreditar cualquier conocimiento que se exponga como verdadero, sólo por el simple hecho de que no pueda ser expresado, de que no pueda ser demostrado mediante palabras.
"Si no eres parte de la solución, eres parte del problema. ¡Actúa!". Vladimir Lenin
  • En esta frase, Lenin propone un falso dilema, ya que desde su punto de vista planteaba dos opciones: ser revolucionario y buscar soluciones, o no serlo y convertirse en un problema; cuando en realidad podían existir más alternativas ante esta cuestión, como mantener una posición neutral.
"La democracia es una forma de gobierno en la que cada cuatro años se cambia de tirano". Vladimir Lenin
  • En esta ocasión, Lenin enuncia una falacia por generalización inadecuada, ya que sin fundamento alguno, tacha a todos los gobernantes de estados democráticos de tiranos, cuando estos pueden ser tanto malos como buenos gobernantes.
"Sin la insurrección armada del 25 de octubre de 1917, el Estado Soviético no existiría. Pero la insurrección no vino del cielo". Leon Trotsky
  • En este caso, nos encontramos ante un falso dilema, enunciado por Trotsky, debido a que éste sólo ofrece dos opciones: o se lleva a cabo una insurrección armada y se crea la Unión Soviética, o no se lleva a cabo tal acción y la Unión Soviética no es creada; cuando realmente podrían existir otras alternativas, como por ejemplo, tratar de constituir dicho estado a través de un proceso pacífico. 
" No hay más que una alternativa: ¡o la Revolución Rusa desencadena un movimiento revolucionario en Europa, o las potencias aplastarán la Revolución Rusa!". Leon Trotsky
  • Nuevamente, estamos ante un falso dilema enunciado por Leon Trotsky, ya que éste sólo propone dos alternativas con respecto a la actitud que se debe tomar frente a la Revolución Rusa: o se apoya dicha revolución, y ésta se extiende al resto de Europa, o no se apoya tal revolución, y se deja que ésta sea eliminada por los países capitalistas; a pesar de que podrían existir más opciones, como por ejemplo, mantener una postura intermedia.  
"Nuestra lucha es más ingrata, pero es más hermosa porque nos exige contar solamente con nuestras propias fuerzas. Nosotros hemos rasgado todas las verdades reveladas, hemos escupido sobre todos los dogmas, hemos rechazado todos los paraísos y escamecido a todos los charlatanes -blancos, rojos o negros- que ponen a la venta drogas maravillosas para hacer feliz al género humano". Benito Mussolini
  • Esta gran intervención de Mussolini es una falacia "ad populum", ya que con éste discurso sólo pretende dirigir la opinión de las masas (en concreto, al pueblo italiano) para que compartan su punto de vista.
"Nosotros hemos constituido el Estado Corporativo y Fascista. El Estado de la sociedad nacional. El Estado que concentra, controla, armonizar y modera al mismo tiempo los intereses de todas la clases sociales, que se ven protegidas igualmente. Y mientras antes, durante los años del régimen demoliberal, las masas obreras que miraban al Estado con desconfianza, estaban fuera del Estado, estaban contra él y lo consideraban como un enemigo de todos los días y de todas las horas, hoy no hay un italiano que trabaje que no busque su puesto en las corporaciones, en las federaciones, que no quiera ser una molécula viviente de ese grande e inmenso organismo viviente que es el Estado Nacional Corporativo Fascista. Los sedimentos de la vieja y menguada Italia demoliberal, deben ser despiadadamente arrancados de las almas y destruidos para siempre. Por el contrario, las cualidades y virtudes inmutables del verdadero fascista deben ser: franqueza, lealtad, desinterés, probidad, coraje y tenacidad"Benito Mussolini
  • De nuevo, estamos ante una falacia "ad populum", enunciada por Benito Mussolini en la que pretende hacer coincidir la opinión popular italiana con la suya propia y la de sus partidarios.
"Ante Dios y el mundo, el más fuerte tiene el derecho de hacer prevalecer su voluntad". Adolf Hitler
  • Esta frase de Hitler es una falacia "ad baculum", ya que éste afirma que debe prevalecer la opinión del más poderoso, del más fuerte; y que por lo tanto, tiene más facilidad para imponer sus designios sobre los demás.
"Cuando se inicia y desencadena una guerra lo que importa no es tener la razón, sino conseguir la victoria"Adolf Hitler
  • En esta afirmación Adolf Hitler vuelve a enunciar una falacia "ad baculum", ya que en esta frase también sostiene que puede imponer su voluntad, quien más poder tiene.